IBARRA. La tarde del sábado pasado, los guardias del Centro de Rescate Animal Guayabillas fueron testigos de un cruel hecho y atentado contra los animales.Una mujer adulta y una niña, presuntamente oriundas de Otavalo, buscaban un hogar para su mascota, una cachorra de aspecto enfermo, pues estaba extremadamente delgada. No consiguieron una respuesta favorable, porque el Centro estaba cerrado, pero eso no les desanimó a deshacerse del animal.
La mujer amarró a la 'perrita' con una soga al poste de ingreso del Centro y pese a que los guardias intentaron impedirlo, la respuesta fue “que ya no se soporta al animal y que prefiere abandonarla, sino la mataría”.
Al menos la mascota está a salvo, porque el organismo Protección Animal Ecuador (PAE) la acogió. Sin embargo, el abandono es común y la mayoría habita en las calles; además prolifera la reproducción.
Grandes ciudades, como Quito, cuentan con la perrera municipal. Sin embargo, en Ibarra no existe una norma ni sitio público para controlar la proliferación de animales domésticos.
Ramiro Jara, director de Salud y Ambiente del Municipio de Ibarra, recordó que hace cuatro años se intentó frenar la presencia de perros callejeros, pero en ese entonces la alternativa era la muerte. Sin embargo, aparecieron los grupos de defensa animal y hoy no es permitido.
Lo ideal según Jara, es crear un sitio de alojamiento donde las hembras sean esterilizadas y controlar enfermedades. Sin embargo, esa idea aún está en carpeta, porque todavía no se establecen reglas claras de las competencias sobre el ambiente.
Al momento, el tema es generalizado. La Ley de Régimen Municipal menciona brevemente sobre el control de animales, igualmente se señala en el Código de Salud, pero se especifican normas claras como cuántas mascotas se puede tener en casa, espacio apto para vivir, sobre las enfermedades. Según Jara esas normas estarían reglamentadas en la Ordenanza, si se establece que los Municipios tienen competencia sobre el tema.
Peligro
Wilson Morales, médico internista, dijo que un perro es un vector (huésped) de parásitos intestinales que causan en el ser humano problemas generales como pérdida de peso, anemia y desnutrición.
El problema más grave que un felino (perro o gato) puede causar es la rabia (virus). El perro es un agente directo de ésta enfermedad, transmitida por la mordedura.
La rabia puede causar una afección local de la herida, sangrado y dolor; hasta una infección neurológica (parálisis, pérdida del habla o el sentido del oído) que puede llevar a la muerte de la persona contagiada.
Ramiro Jara, director de Salud y Ambiente del Municipio de Ibarra, recordó que hace cuatro años se intentó frenar la presencia de perros callejeros, pero en ese entonces la alternativa era la muerte. Sin embargo, aparecieron los grupos de defensa animal y hoy no es permitido.
Lo ideal según Jara, es crear un sitio de alojamiento donde las hembras sean esterilizadas y controlar enfermedades. Sin embargo, esa idea aún está en carpeta, porque todavía no se establecen reglas claras de las competencias sobre el ambiente.
Al momento, el tema es generalizado. La Ley de Régimen Municipal menciona brevemente sobre el control de animales, igualmente se señala en el Código de Salud, pero se especifican normas claras como cuántas mascotas se puede tener en casa, espacio apto para vivir, sobre las enfermedades. Según Jara esas normas estarían reglamentadas en la Ordenanza, si se establece que los Municipios tienen competencia sobre el tema.
Peligro
Wilson Morales, médico internista, dijo que un perro es un vector (huésped) de parásitos intestinales que causan en el ser humano problemas generales como pérdida de peso, anemia y desnutrición.
El problema más grave que un felino (perro o gato) puede causar es la rabia (virus). El perro es un agente directo de ésta enfermedad, transmitida por la mordedura.
La rabia puede causar una afección local de la herida, sangrado y dolor; hasta una infección neurológica (parálisis, pérdida del habla o el sentido del oído) que puede llevar a la muerte de la persona contagiada.
